Y fue por una mañana cuando Dios se encontró con sus doce hijos y plantó la semilla de la vida en cada uno de ellos. Uno a uno cada hijo se adelantó para recibir el don concedido.
A ti, ARIES, te concedo mi semilla el primero, para que tengas el honor de plantarla. Que cada semilla que plantes, un millón más se multipliquen en tu mano. No tendrás tiempo para ver crecer las semillas, pues cada cosa que plantes crecerá más de lo que supones. Serás el primero en penetrar en el terreno de las mentes humanas con mi idea. Pero tu trabajo no consiste en alimentar la idea ni cuestionarla. Tu vida es acción, y la única acción que yo te mando es la de empezar ha hacer que los hombres cobren conciencia de mi creación. En compensación de tu buen trabajo te concedo la virtud de la autoestima.
Tranquilamente Aries se retiró para volver a ocupar su lugar.
A ti, TAURO, te concedo el poder de convertir la semilla en fruto. Tu trabajo es grande y requiere paciencia, pues debes terminar todo aquello que haya sido empezado, para que las semillas no se pierdan con el viento. Ni te cuestionarás ni cambiarás de idea en medio de tu trabajo, ni dependerás de otros para hacer lo que te pido que hagas. A cambio, te concedo el don de la fortaleza. Utilízala sabiamente.
Y Tauro retrocedió para ocupar su lugar.
A ti, GEMINIS, te entrego las cuestiones sin respuestas, para que puedas aportar a todos una compensación de lo que el hombre ve a su alrededor. Nunca sabrás porqué los hombres hablan o escuchan, pero en tu búsqueda de las respuestas hallarás el don que te concedo, del conocimiento.
Y Geminis retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti CÁNCER, te mando la tarea de enseñarles a los hombres lo que es la emoción. La idea que tengo sobre ti es que le hagas reír y llorar, de modo que todos ellos vean y piensen que la plenitud se desarrolla desde el interior. A cambio te concedo el don de la familia para que tu en plenitud pueda multiplicarse.
Y Cáncer retrocedió para ocupar su lugar.
A ti, LEO, te encargo la tarea de desplegar mi corazón en toda su brillantez, ante el mundo. Pero debes tener cuidado con el orgullo y recordar siempre que se trata de mi creación y no la tuya. Pero si olvidas eso los hombres se burlarán de ti. Hay mucha alegría en el trabajo que te encargo, si sabes hacerlo bien. A cambio te concedo el don del honor.
Y Leo retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti, VIRGO te pido que examines todo aquello que ha hecho el hombre con mi creación .Tienes que escuchar agudamente sus formas y recordarles sus errores, de tal modo que a través de ti se pueda perfeccionar mi creación. A cambio de ello de concedo el don de la pureza de pensamiento.
Y Virgo retrocedió para volver a ocupar su lugar
A ti LIBRA, te encargo la misión del servicio, para que el hombre sea conciente de deberes para con otros. Para que sepa que es la cooperación y el equilibrio, así como la habilidad para reflejar el otro lado de las acciones. Te situaré allí donde halla desacuerdo y recompensaré tus esfuerzos con el don del amor y la belleza.
Y Libra retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti ESCORPIO, te doy la tarea de que indagues en lo oculto, lo escondido, los misterios y sientas la pasión y los celos. Para descubrir y sacar a la luz, lo oscuro y profundo del alma humana. Porque en lo oculto de cada uno de mis hijos, esta la causa de los miedos y sufrimientos. Finalmente cuando regreses a mi, Escorpio, te concederé el don supremo de la firmeza y la profundidad de indagar.
Y Escorpio retrocedió hasta ocupar su lugar.
A ti, SAGITARIO, te doy el servicio para que hagas reír a los hombres porque, como consecuencia de su mala interpretación de mi idea, se sentirán amargados. Gracias a la risa darás esperanza al hombre y gracias a ello volverán sus ojos hacia mi. Tocarás muchas vidas, aunque sea por pocos instantes y conocerás la inquietud en cada una de las vidas que toques. A ti Sagitario te concedo el don de la abundancia infinita para que puedas extenderla con la suficiente amplitud como para que puedas alcanzar cada rincón de oscuridad, llevando luz a él.
Y Sagitario retrocedió hasta ocupar su lugar.
A ti CAPRICORNIO, te pido la herramienta de tu frente para que puedas enseñarles a los hombres a trabajar. Tu tarea no será fácil, ya que sentirás que todos los trabajos de los hombres descansan sobre tus hombros; pero a cambio de tu yugo, de tus cargas pongo en tus manos la responsabilidad de hombre.
Y Capricornio retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti ACUARIO te entrego el concepto del futuro, para que el hombre pueda ver otras posibilidades. Tendrás que sufrir el dolor de la soledad, pues no te pido que personalices mi amor. Pero a cambio de abrir los ojos de los hombres a nuevas posibilidades, te entrego el don de la libertad, para que con ella puedas seguir sirviendo a la humanidad cada vez que ésta así lo necesite .
Y Acuario retrocedió para volver a ocupar su lugar.
A ti, PISCIS, te encargo la tarea más difícil de todas. Te pido que recojas todas las penas de los hombres y me las devuelvas a mí. Tus lágrimas serán en último término, mis propias lágrimas. La pena que absorberás será el efecto de la mala interpretación que puede hacer el hombre de mi idea, pero tú le ofrecerás la compasión suficiente como para que él vuelva a intentarlo. A cambio de ésta la tarea más difícil de todas te concedo también el mayor don de todos. Serás el único de entre mis doce hijos en comprenderme. Pero este don de la comprensión solo es para ti, Piscis, porque cuando intentes comunicarlo no te escucharán .
Y Piscis retrocedió para volver a ocupar su lugar.
Después dijo Dios :
Cada uno de ustedes participará de una parte de mi idea.
No deberán confundir esa parte con la totalidad de mi idea, ni tampoco deben desear intercambiar partes entre ustedes; porque cada uno de ustedes es perfecto, pero eso será algo que no sabrán hasta que los doce sean uno solo. Porque solo entonces se les revelará la totalidad de mi idea a cada uno de vosotros.
Y los hijos se marcharon, cada uno decidido ha hacer su trabajo lo mejor posible para poder así recibir su don. Pero ninguno de ellos comprendió por completo ni la tarea a realizar ni el don a recibir, y cuando extrañados regresaron, Dios dijo:
Cada uno de ustedes creen que los dones de los demás son mejores, en consecuencia les permitiré cambiar. Y por el momento cada hijo se regocijó al considerar todas las posibilidades de la nueva misión. Pero Dios sonrió y dijo:
Regresarán a mi muchas veces, pidiéndome que les alivie de vuestra misión, y en cada ocasión les garantizaré la realización de vuestro deseo. Pasarán por incontables encarnaciones antes de completar la misión original que les dí.
Les concedo un tiempo incontable para hacerlo, pero solo cuando este hecho, podrán estar conmigo.
Serán luz y perfección, el TODO en EL UNO.