La Astrología es una herramienta para el conocimiento de uno mismo y la realización personal en esta vida. Nos ayuda a descubrirnos, a comprender de dónde venimos –no geográfica e históricamente, sino espiritualmente-, quiénes somos –no científicamente, sino humanamente- y hacia dónde vamos –no teórica, sino realmente-, entonces podremos descubrir la información que nos llevará por el buen camino, el “libreto” de nuestra vida.
Como almas seleccionamos el momento para nacer. Elegimos un “programa humano de vida”, nuestra carta natal kármica, decidimos encarnar en esta tierra en un momento y lugar determinados. Hemos venido aquí a aprender ciertas lecciones que nos permitan avanzar en nuestra senda espiritual y evolutiva. Seleccionamos nuestro sexo, el color de nuestra piel, nuestro país y nuestra religión particular –de acuerdo a nuestra disponibilidad mental-, y luego buscamos específicamente los padres que favorezcan nuestro trabajo espiritual en esta vida.
La naturaleza es una totalidad orgánica y con análisis apropiado es posible establecer la causa de cualquier hecho. El camino hacia fuera se descubre yendo hacia dentro. Toda persona tiene su propia misión en la vida. Eres la única oportunidad que tiene el Mundo de contar con alguien como tú. Hay un espacio destinado para cada cual que no puede ser ocupado por otro ni quedar vacío; tu lugar te pertenece desde antes de tu concepción, que ha sido programada para que tu ser desarrolle sus atributos en el contexto más propicio. De modo que la tarea de cada uno es tan única como su oportunidad específica para llevarla a cabo. Tú formas parte de un sistema en el que todo ser desempeña un papel necesario, por pequeño y humilde o fugaz que este pueda parecer en el concierto de la Humanidad. La tarea principal del hombre en la vida es darse a la luz, a sí mismo, convertirse en lo que potencialmente es.
La Astrología no es una ciencia técnica. Una técnica siempre es muerta; puede ser agregada a nosotros, aprendida; pero un proceso siempre es vivo. Crece, se expande. La Astrología es un proceso creciente, no una técnica. Es un proceso de autoconocimiento y autotransformación, es una ciencia INICIÁTICA. Pero es importante diferenciarla de los horóscopos. La técnica es repetitiva, la existencia nunca lo es. A mayor técnica mayor mecanicidad. La técnica debe ser un instrumento al servicio de la VIDA. Ser astrólogo no es un trabajo, no es algo que haces, es algo que eres, una forma de ser, un estado de conciencia.
A través del conocimiento de las Fuerzas sutiles de energía que fluyen por el universo, podemos componer nuestra vida para alcanzar nuestras metas. El propósito definitivo de la Astrología es ayudar a que la gente comprenda de qué manera puede cambiar su vida en una dirección donde encuentre felicidad, realización personal y desarrollo