Cuando viajamos y nos encontramos con lugares y personas nuevas nos damos la oportunidad de sorprendernos y crecer, cosa que olvidamos en nuestro día a día.
En mi viaje a Canaima, José, un pemon que nos inspiro con su amor y pasión por su tierra, nos sorprendió con su respuesta cuando uno de los turistas le pregunto como los indígenas eliminaban los nidos de termitas y el dijo…para que eliminarlas si podemos alimentarnos de ellas… Y así nos enseño a tomar lo mejor de estas hermanas pequeñas, si, probé termitas por primera vez.
En nuestra cotidianidad de la selva de concreto nos olvidamos de las maravillas de lo simple y sencillo, nos unimos a la monotonía y entramos en depresión o ansiedad, dejamos de ser espontáneos, de extasiarnos por lo hermoso que el presente nos ofrece a cada instante.
Abre tus sentidos y déjate sorprender, abre tu corazón y déjate maravillar, abre tus brazos y abrázalo todo con profundo agradecimiento. Saborealo y arriesgaste.