Hoy quiebro el síndrome del “yo,yo,yo”
- No me tomo nada personal.
- Completo lo que inicio.
- Soy empático con otros
- Evito conflictos.
- No me engancho en lo que los demás piensan de mi.
- Suelto mi necesidad de tener la razón.
- Respiro si las cosas no me salen como quiero. Cero ira.
- El pasado sirve para mirar y no repetir los mismos errores.
Meditación:
Me doy el permiso de mirar dentro de mi y ver esos espacios donde están mis heridas, mis preocupaciones y rabias. Permito que la luz del sol los toque, sin esconderlo mas, y me imagino yendo mas allá de eso. Mientras sucede me concentro en lo que es verdaderamente importante para mi; familia, amigos y el movimiento que me apoya a crecer y creer en mi sin condicionamientos. Tomo la fuerza de mi padre.